Privados de libertad y hasta de cierto modo, privados de estar más cerca de sus familiares residentes del estado Vargas y región capital, se encuentran 466 reos provenientes de la cárcel de El Rodeo I. El encierro y el estar distantes, a más de 300 kilómetros de los suyos, comienza a hacer mellas en los reos principalmente en aquellos que tras 12 semanas ya no ven con tanta regularidad a sus familiares.
Se cocieron la boca
“Hay 17 compañeros que se cocieron la boca y los que salgan más adelante” dijo a El Informador uno de los reos a través de una de las colmenas del anexo de la cárcel de Uribana donde permanecen confinados desde las 3:55 pm, del domingo 19 de junio cuando, tras el motín que dejó varios muertos y confrontación entre reos y guardias que se mantuvo por un mes, fueron traídos con la promesa de regresar en dos semanas o lo que era igual, 15 días a más tardar. Pero a 77 días de vencido el lapso, los reos suman 92 días en el penal de centroccidente sin que las autoridades les comuniquen una fecha exacta para el retorno.
Petición de todos los días
“Queremos que nos trasladen a nuestro penal de origen. Es lo único que le estamos pidiendo a las autoridades” gritó otro de los reos una vez se percató de la presencia de El Informador alrededor del anexo. En lo alto de la infraestructura donde permanecen los 466 reos, cuelga un trozo de tela del tamaño de una cobija en la cual los privados de libertad dejan saber, la que consideran su prioridad en estos momentos, además de que le den celeridad a sus casos, cosa que es imposible en estos momentos por estar fuera de la jurisdicción del Circuito Judicial Penal donde cursan sus asuntos y expedientes. “Somos los anegados. Queremos traslado al penal de origen, El Rodeo” escribieron en la tela blanca que se encargaron de mantener plegada atándole tres botellas plásticas de refresco llenas de agua en tres puntos distintos.
Llegaron hace tres meses
El domingo 19 de junio, bajo extremas medidas de seguridad, 500 reclusos provenientes de la cárcel de El Rodeo, fueron ingresados a Uribana. “Ellos volverán en dos semanas al centro penitenciario. Esperamos hacer las requisas para luego traerlos de regreso”, dijo en esa oportunidad el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, a medios de comunicación nacionales, aclarando que, los traslados no eran por medidas disciplinarias.
Los 500 reclusos representaban el 20% del total de 2.500, que fueron movilizados a otros penales del país, entre ellos Yare II, en el estado Miranda, que recibió con 800 reos, la cárcel de Puente Ayala en el estado Anzoátegui, con 800, y el penal de Tocorón, en Aragua, con 400. El 18 de junio ya habían sido trasladados hasta la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo, 73 reos, mientras mil reos aguardan por ser trasladados a otros penales. De los 500 reos ingresados a Uribana, quedan 466, mientras que 24, el equivalente al 4,8% quedaron en libertad bajo medidas cautelares.
Más guardias en octubre
Mientras los reos siguen esperando les informen la fecha del retorno a su penal de origen, este sábado, el comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, Luis Motta Domínguez, anunciaba que, 3.600 efectivos militares serán asignados en las distintas cárceles del país a partir del primero de octubre, personal que será rotado cada tres meses.
Identidad de reo asesinado
Se llamada Michael Eduardo Ochoa Arias el recluso asesinado de varios disparos este domingo poco antes del anochecer en la cárcel de Uribana. Tenía 27 años de edad, era natural de Caracas y cumplía condena de ocho años por el delito de robo agravado en grado de cooperador inmediato.
El 14 de diciembre del año 2004 el Juzgado Unipersonal 8vo en Funciones de Juicio dictó sentencia contra Michael Eduardo quien, años después salió en libertad bajo el beneficio de régimen abierto. Pero el incumplimiento de algunas condiciones trajo la suspensión de la medida el 8 de noviembre del año 2011 por lo que, tuvo que pagar la pena por completo, la cual no había concluido.
El castigo por el crimen
El asesinato de Michael Eduardo, salvo la suspensión de la visita prevista para mañana, no tendrá mayor castigo, y pasará a ser otro crimen impune dentro de este penal donde se supone, que los reos no deben portar armas pero el 90% de los crímenes son a tiros.
Recluso herido en la mañana
Este lunes por la mañana, un recluso fue herido a puñaladas por otro con quien sostuvo una riña en el sector de media seguridad. Jacson Enrique Herrera Chirinos, de 25 años, fue ingresado a las 7:30 am, a la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) herido en la espalda y antebrazo derecho. Tras recibir asistencia médica y mientras era sacado del hospital, Jacson, a quien se le apreciaron indicios de estar mareado, se echó al piso donde permaneció varios minutos hasta ser subido a la unidad de traslado del penal.
Jacson Enrique Herrera, de ocupación plomero, reside en el sector Universitario, calle Miranda de la ciudad de Punto Fijo, estado Falcón. El primero de noviembre del año 2007 funcionarios adscritos a la Zona Policial Nº 2 del estado Falcón lo detuvieron bajo los cargos de robo agravado. Pero el 8 de abril del año 2008 le dictaron sentencia de cinco años y seis meses de prisión por el delito de robo simple, descartándose el robo agravado por cuanto el adolescente que fue su víctima, en su denuncia, no indicó que éste lo sometiera con alguna arma.
Reo baleado en la noche
En la noche, otro reo fue herido de un tiro en la pierna izquierda. A su ingreso a la emergencia del hospital a las 7:01 pm, quedó identificado como Ernesto Antonio Castañeda Yépez, de 23 años, recluido en el sector de Media. Antes de caer preso el 25 de febrero del año 2007 por delitos relacionados con la distribución de drogas, Ernesto residía en la calle 26 del barrio San José.
La historia de un retardo
Sentada en una piedra, frente a la cárcel de Uribana, estaba una mujer de 69 años quien dijo ser abuela de un joven de 25 años residente en La Guaira, estado Vargas, preso en el sector de media desde hace ocho meses.
“No le han hecho nada” cuenta refiriéndose al retardo procesal, un mal que aqueja al menos –dice– al 70% de los que están presos. Ansiosa, cuenta que el próximo 26 de septiembre está prevista la audiencia de su nieto y espera que esta vez los tribunales le den la libertad, porque era el que menos tenía que estar preso de los que cometieron el delito. “Le dispararon por la espalda y fue el único detenido” dice, sin abundar en los detalles del hecho.
El tener a su nieto en prisión es lo único que mantiene en Barquisimeto a esta guaireña, quien vive en Las Sábilas, urbanización a la que se refiere como peligrosa y tan ‘maluca’ “que nadie la nombra ni da buenas referencias de ella”. La sexagenaria sabe que no será fácil vender la casita, pero se da ánimos diciendo que “lo último que se pierde es la esperanza. Sueño con volver a La Guaira y estar con mi gente, porque aquí en Lara vivo prácticamente sola”.
Aún cuando en la sociedad sea noticia todos estos episodios e historia de reos y familiares, dentro del penal, es un día normal.
Se cocieron la boca
“Hay 17 compañeros que se cocieron la boca y los que salgan más adelante” dijo a El Informador uno de los reos a través de una de las colmenas del anexo de la cárcel de Uribana donde permanecen confinados desde las 3:55 pm, del domingo 19 de junio cuando, tras el motín que dejó varios muertos y confrontación entre reos y guardias que se mantuvo por un mes, fueron traídos con la promesa de regresar en dos semanas o lo que era igual, 15 días a más tardar. Pero a 77 días de vencido el lapso, los reos suman 92 días en el penal de centroccidente sin que las autoridades les comuniquen una fecha exacta para el retorno.
Petición de todos los días
“Queremos que nos trasladen a nuestro penal de origen. Es lo único que le estamos pidiendo a las autoridades” gritó otro de los reos una vez se percató de la presencia de El Informador alrededor del anexo. En lo alto de la infraestructura donde permanecen los 466 reos, cuelga un trozo de tela del tamaño de una cobija en la cual los privados de libertad dejan saber, la que consideran su prioridad en estos momentos, además de que le den celeridad a sus casos, cosa que es imposible en estos momentos por estar fuera de la jurisdicción del Circuito Judicial Penal donde cursan sus asuntos y expedientes. “Somos los anegados. Queremos traslado al penal de origen, El Rodeo” escribieron en la tela blanca que se encargaron de mantener plegada atándole tres botellas plásticas de refresco llenas de agua en tres puntos distintos.
Llegaron hace tres meses
El domingo 19 de junio, bajo extremas medidas de seguridad, 500 reclusos provenientes de la cárcel de El Rodeo, fueron ingresados a Uribana. “Ellos volverán en dos semanas al centro penitenciario. Esperamos hacer las requisas para luego traerlos de regreso”, dijo en esa oportunidad el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, a medios de comunicación nacionales, aclarando que, los traslados no eran por medidas disciplinarias.
Los 500 reclusos representaban el 20% del total de 2.500, que fueron movilizados a otros penales del país, entre ellos Yare II, en el estado Miranda, que recibió con 800 reos, la cárcel de Puente Ayala en el estado Anzoátegui, con 800, y el penal de Tocorón, en Aragua, con 400. El 18 de junio ya habían sido trasladados hasta la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo, 73 reos, mientras mil reos aguardan por ser trasladados a otros penales. De los 500 reos ingresados a Uribana, quedan 466, mientras que 24, el equivalente al 4,8% quedaron en libertad bajo medidas cautelares.
Más guardias en octubre
Mientras los reos siguen esperando les informen la fecha del retorno a su penal de origen, este sábado, el comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, Luis Motta Domínguez, anunciaba que, 3.600 efectivos militares serán asignados en las distintas cárceles del país a partir del primero de octubre, personal que será rotado cada tres meses.
Identidad de reo asesinado
Se llamada Michael Eduardo Ochoa Arias el recluso asesinado de varios disparos este domingo poco antes del anochecer en la cárcel de Uribana. Tenía 27 años de edad, era natural de Caracas y cumplía condena de ocho años por el delito de robo agravado en grado de cooperador inmediato.
El 14 de diciembre del año 2004 el Juzgado Unipersonal 8vo en Funciones de Juicio dictó sentencia contra Michael Eduardo quien, años después salió en libertad bajo el beneficio de régimen abierto. Pero el incumplimiento de algunas condiciones trajo la suspensión de la medida el 8 de noviembre del año 2011 por lo que, tuvo que pagar la pena por completo, la cual no había concluido.
El castigo por el crimen
El asesinato de Michael Eduardo, salvo la suspensión de la visita prevista para mañana, no tendrá mayor castigo, y pasará a ser otro crimen impune dentro de este penal donde se supone, que los reos no deben portar armas pero el 90% de los crímenes son a tiros.
Recluso herido en la mañana
Este lunes por la mañana, un recluso fue herido a puñaladas por otro con quien sostuvo una riña en el sector de media seguridad. Jacson Enrique Herrera Chirinos, de 25 años, fue ingresado a las 7:30 am, a la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) herido en la espalda y antebrazo derecho. Tras recibir asistencia médica y mientras era sacado del hospital, Jacson, a quien se le apreciaron indicios de estar mareado, se echó al piso donde permaneció varios minutos hasta ser subido a la unidad de traslado del penal.
Jacson Enrique Herrera, de ocupación plomero, reside en el sector Universitario, calle Miranda de la ciudad de Punto Fijo, estado Falcón. El primero de noviembre del año 2007 funcionarios adscritos a la Zona Policial Nº 2 del estado Falcón lo detuvieron bajo los cargos de robo agravado. Pero el 8 de abril del año 2008 le dictaron sentencia de cinco años y seis meses de prisión por el delito de robo simple, descartándose el robo agravado por cuanto el adolescente que fue su víctima, en su denuncia, no indicó que éste lo sometiera con alguna arma.
Reo baleado en la noche
En la noche, otro reo fue herido de un tiro en la pierna izquierda. A su ingreso a la emergencia del hospital a las 7:01 pm, quedó identificado como Ernesto Antonio Castañeda Yépez, de 23 años, recluido en el sector de Media. Antes de caer preso el 25 de febrero del año 2007 por delitos relacionados con la distribución de drogas, Ernesto residía en la calle 26 del barrio San José.
La historia de un retardo
Sentada en una piedra, frente a la cárcel de Uribana, estaba una mujer de 69 años quien dijo ser abuela de un joven de 25 años residente en La Guaira, estado Vargas, preso en el sector de media desde hace ocho meses.
“No le han hecho nada” cuenta refiriéndose al retardo procesal, un mal que aqueja al menos –dice– al 70% de los que están presos. Ansiosa, cuenta que el próximo 26 de septiembre está prevista la audiencia de su nieto y espera que esta vez los tribunales le den la libertad, porque era el que menos tenía que estar preso de los que cometieron el delito. “Le dispararon por la espalda y fue el único detenido” dice, sin abundar en los detalles del hecho.
El tener a su nieto en prisión es lo único que mantiene en Barquisimeto a esta guaireña, quien vive en Las Sábilas, urbanización a la que se refiere como peligrosa y tan ‘maluca’ “que nadie la nombra ni da buenas referencias de ella”. La sexagenaria sabe que no será fácil vender la casita, pero se da ánimos diciendo que “lo último que se pierde es la esperanza. Sueño con volver a La Guaira y estar con mi gente, porque aquí en Lara vivo prácticamente sola”.
Aún cuando en la sociedad sea noticia todos estos episodios e historia de reos y familiares, dentro del penal, es un día normal.